miércoles, 18 de mayo de 2016

AUTOR


SALUDOS A TODOS



J a i r i t       G a r a v i t. 
Ingeniero Industrial.
Esp. Educación Superior y a Distancia.
Zona caribe – Cead Valledupar.

               TODAS  LAS  BENDICIONES  DEL  CIELO SOBRE USTED.








martes, 17 de mayo de 2016

PRESENTACION.

La educación a distancia y virtual está creciendo ampliamente a través de muy diversas expresiones y formas en la educación superior en Colombia. Tal dinámica es de una enorme magnitud y complejidad en tanto ella refiere a temas didácticos, pedagógicos, tecnológicos, organizacionales, jurídicos, económicos; de recursos de aprendizaje, sistemas de evaluación y procesos de certificación haciendo una lista reducida. Nuevos estudiantes, nuevas competencias docentes y nuevas formas de evaluación, de regulación o de competencia, junto con una amplia diversidad institucional son parte de un proceso en curso en Colombia que plantea la necesidad de su reflexión y análisis colectivo.

La coproducción de un libro sobre esta temática, invitando a participar en calidad de autores, a un selecto grupo de especialistas colombianos de renombradas instituciones de educación a distancia y agencias de evaluación y acreditación. Agradecemos a todos ellos su participación en esta obra que nos complace presentar a la comunidad académica internacional bajo el título La Educación Superior a Distancia y Virtual en Colombia: Nuevas Realidades que hoy entra en
circulación en formato físico y digital.


El propósito central que nos trazamos al concebir este libro fue que los diversos aportes autorales pudieran contribuir a identificar las variadas y complejas situaciones, problemas y prospectivas desde los más amplios enfoques, centrados en la realidad educativa del país. En efecto, el contenido de la obra ha logrado profundizar en estas nuevas realidades, analizando y proponiendo, en un clima de diálogo y participación, alternativas para su mejor comprensión y aplicación en la vida universitaria y especialmente en las instituciones que han asumido la educación a distancia y virtual, así como en estudiantes, docentes y autoridades académicas y administrativas.

PROLOGO.



Siempre que se escriben algunas líneas sobre tecnología y virtualidad aplicadas a la educación, queda la sensación de que éstas son insuficientes o corren el riesgo de caer muy rápidamente en una versión desactualizada. La impresionante evolución de las tecnologías al servicio de la comunicación y la educación, así como de las formas de realizar e-learning y, más aún, el insaciable conocimiento y dominio de los jóvenes estudiantes sobre las nuevas aplicaciones tecnológicas y del internet, superan, en mucho, a la gran mayoría de sus mismos profesores, casi siempre mayores que ellos.

Para evitar esto, debemos dimensionar la metodología de educación a distancia, y sus diversas modalidades de virtualidad, como medios que contribuyen a consolidar un proyecto educativo; es decir, ponderarlas como herramientas indispensables para asegurar la interacción entre los docentes y los estudiantes, y entre estos mismos, pero sólo como herramientas y no como fines. El objetivo del uso de la tecnología en la educación no es el dominio de la técnica en sí misma, ni de determinadas aplicaciones informáticas específicas, sino que el estudiante pueda interactuar con otros sin condicionarse a determinadas herramientas tecnológicas, y cumplir con todo lo que la modernidad considera requisitos para una formación de calidad.

Si pensamos así, es más fácil vislumbrar, cual si fuera un iceberg, lo complejo, profundo e inmenso mundo de posibilidades que bajo el nombre de e-learning o de educación mediada por tecnología, nos vamos encontrando cada día, con grandes sorpresas, y que como en el iceberg, es mucho más lo que no conocemos que lo que simplemente se nos presenta a los ojos.

Los recursos de carácter tecnológico, y su directo impacto en las pedagogías que se empleen en las metodologías a distancia y virtuales, deben ser vistos como alternativas modificables permanentemente, y no como únicas ni irreemplazables. Esta debe ser una premisa de todo el sistema, pues aún se aprecian algunas instituciones y programas que valoran o cuantifican su modelo virtual en la inversión o tecnología de punta que emplean en sus plataformas LMS, en sus sistemas de mensajería o en la alta configuración requerida en los equipos de cómputo de sus estudiantes para el desarrollo del proceso virtual. La tecnología en la educación debe seguir siendo un reto para los pedagogos y no concentrarse en los ingenieros. De nada nos sirve, como sistema, pretender impactos (más de mercadeo) relacionados con millonarias inversiones en tecnologías, que prontamente quedarán obsoletas, sin total claridad sobre el uso que se dará a las mismas y, lo más importante aún, a los objetivos de formación que se esperan lograr con ayuda de la virtualidad.

De esta forma, un sistema de aseguramiento de la calidad de los programas académicos a distancia y virtuales de educación superior, como el colombiano, debe velar porque los objetivos últimos de la formación personal, las competencias profesionales definidas en los respectivos planes de estudio y los espacios de práctica que permitan validar el conocimiento, entre otros, garanticen la formación del profesional idóneo deseado por cada institución en su respectivo proyecto educativo y se cumpla con los objetivos de formación, definidos por la Ley 30 de 19921, de educación superior, en su artículo 6º.

También debemos ser enfáticos en afirmar que hoy ya no es comprensible un proyecto formativo ausente de tecnología, de contacto con redes informáticas y de las valiosas oportunidades que para la docencia y la investigación tiene el Internet, incluso para los programas registrados en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior como de metodología presencial.


Esa virtualidad, en sus diversas formas de e-learning y de blended learning, no es una opción, y menos aún una característica accesoria. Es una competencia formativa mínima que debe garantizarse en los estudiantes de naturaleza presencial, y aunque es Perogrullo vale repetirlo, básica para los estudiantes de naturaleza virtual o a distancia. Además, no puede desconocerse el hecho de que cada día son más los bachilleres que se gradúan con altos niveles de competencia de manejo de tecnología, uso de recursos educativos abiertos y en línea, y grandes habilidades para la computación.

OBJETIVOS.

La virtualidad debe dimensionarse más allá de una mediación que permite la comunicación y el proceso de enseñanza-aprendizaje entre estudiantes y profesores y que, si no fuera

Son objetivos de la Educación Superior y de sus instituciones:

-   Profundizar en la formación integral de los colombianos dentro de las modalidades y calidades de la Educación Superior, capacitándolos para cumplir las funciones profesionales, investigativas y de servicio social que requiere el país.

-  Trabajar por la creación, el desarrollo y la transmisión del conocimiento en todas sus formas y expresiones y, promover su utilización en todos los campos para solucionar las necesidades del país.

-  Prestar a la comunidad un servicio con calidad, el cual hace referencia a los resultados académicos, a los medios y procesos empleados, a la infraestructura institucional, a las dimensiones cualitativas y cuantitativas del mismo y a las condiciones en que se desarrolla cada institución.

-  Ser factor de desarrollo científico, cultural, económico, político y ético a nivel nacional y regional.

-  Actuar armónicamente entre sí y con las demás estructuras educativas y formativas.

-  Contribuir al desarrollo de los niveles educativos que le preceden para facilitar el logro de sus correspondientes fines.

-  Promover la unidad nacional, la descentralización, la integración regional y la cooperación interinstitucional con miras a que las diversas zonas del país dispongan de los recursos humanos y de las tecnologías apropiadas que les permitan atender adecuadamente sus necesidades.


-  Promover la formación y consolidación de comunidades académicas y la articulación con sus homólogas a nivel  por la tecnología, difícilmente podrían reunirse e integrarse. 

Asumirla únicamente así, como algunos han pretendido proyectarla, es reducir su potencialidad, y desconocer que todo el sistema de educación superior debe y tiene que volcarse a trabajar con estas tecnologías, entre otros aspectos, para garantizar la integridad, coherencia y evaluación de contenidos de formación objetivos y precisos; para definir indicadores precisos para el control de la calidad del proceso formativo; para reducir las asimetrías existentes en las tareas de evaluación y conceptualización de pares académicos; para crecer en comunidades académicas locales y mundiales, y para garantizar que, a partir del micro mundo de cada estudiante, se puede visualizar la globalidad del conocimiento, entre otros aspectos.

SUPERANDO PARADIGMAS

Hoy nadie duda de los beneficios y de la necesidad de la virtualidad en la educación superior, pese a que las cifras de crecimiento de programas con esta modalidad no reflejan la progresión deseada en nuestro sistema. 

El número de pregrados y posgrados virtuales apenas cubre el 2.5% de toda la oferta de programas activos, mientras que en distancia la cifra llega al 9%, y la progresión estadística muestra que la creación de nuevos programas virtuales casi que duplica la de programas a distancia tradicional. En poco tiempo, de continuar la tendencia, habrá más programas virtuales que de distancia tradicional, en gran medida por el hecho de que Colombia ha ido creciendo exponencialmente su conectividad de internet en la mayoría de regiones del país.


La educación virtual no es “otra” educación, y mucho menos, una educación pobre, de menor calidad, intensidad o contenidos que la presencial. Ese es un prejuicio que erróneamente se ha creado. Las más reconocidas universidades del mundo tienen programas virtuales de excelsa calidad, y debemos superar la falsa creencia de que como la educación a distancia, y luego la virtual, se han promocionado como alternativas para personas con escaso tiempo, o de restricciones de movilidad  o de recursos económicos, constituye una educación pobre para pobres. ¡Qué daño nos ha hecho esa mentalidad!. 

Otros países, con mayor desarrollo educativo y económico, nos han demostrado que ésta es una excelente alternativa (cuando no la mejor en la actualidad) para tener una medición en tiempo real de la calidad, de la integración de los investigadores, de la pertinencia del conocimiento y de la validación de su utilidad.

ASPECTOS DE ESPECIAL ATENCIÓN.

El reto, como país, para posicionar la virtualidad en la educación superior, va más allá de una reglamentación o cambio normativo. 

Es un desafío de carácter cultural, que pasa porque muchos de los académicos se convenzan de los beneficios de estas mediaciones, y las instituciones de educación asuman que las funciones sustantivas de la educación superior, la rendición de cuentas, los procesos de acompañamiento estudiantil, la organización de los planes de estudios por créditos académicos y los resultados académicos esperados en un programa virtual, entre otros, deben estar en una dimensión igual o superior a los programas de naturaleza presencial.

LA VIRTUALIZACIÓN DE LOS APRENDIZAJES.

Ante estos nuevos desarrollos tecnológicos, el mundo del trabajo se articula con ambientes digitales y se incorpora la informática en tanto herramienta del trabajo para incorporar valor agregado de conocimientos en forma digital. 

En el ámbito profesional, ello es más significativo, al producirse una transformación de las tareas y trabajos de todos los profesionales, que están crecientemente mediados por el uso de aplicaciones y equipos informáticos. Los especialistas universitarios, en tanto que el eje de su trabajo es “diagnosticar y responder” (diseñar, enseñar, prescribir, intervenir, etcétera) en casi todos los campos disciplinarios y de trabajo, comienzan a realizar sus actividades mediadas por tecnologías informáticas. 

Ello ha derivado en la incorporación del uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como programas informáticos e Internet en los procesos de educación con miras a adquirir esas nuevas competencias demandadas. 


MODELO TECNO ECONÓMICO O EXPRESIÓN DEL NUEVO PARADIGMA EDUCATIVO?

SITUACIÓN ACTUAL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR A DISTANCIA EN COLOMBIA.

De conformidad con la estructura general del sistema colombiano de educación superior, los cambios y transformaciones suscitadas por las políticas públicas implementadas, el marco regulatorio  y la gobernabilidad que se ejerce en torno a ellas; que va desde la autonomía de las instituciones, y el control central del desarrollo institucional y la oferta educativa, determinan para la educación a distancia el cumplimiento de las normas emitidas para la oferta y puesta en marcha de  programas de educación superior con calidad, sin precisión de factores y condiciones que sean específicos para esta modalidad educativa.

Es función de gobernabilidad del Ministerio de Educación Nacional ejercer inspección, vigilancia y fomento, en procura del mejoramiento y aseguramiento de la calidad. Estas funciones se asumen desde el Viceministerio de Educación Superior, la Dirección de Calidad, la Dirección de Fomento, la Sub dirección de Apoyo a La Gestión de las Instituciones de Educación Superior, la Sub dirección de Inspección y Vigilancia, la Comisión Nacional de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior –CONACES- el Consejo Nacional de Acreditación –CNA- y el Organismo Asesor de Política de Educación Superior “Consejo Nacional de Educación Superior – CESU” entre otros.

Según el Observatorio de la Universidad Colombiana, de acuerdo con el tipo de institución, hasta 2012, las IES y sus extensiones presentaban el siguiente comportamiento:

Tipología
Institucional
2006
%
2007
%
2008
%
2009
%
2010
%
2011
%
2012
%
Universidades
120
36.3
124
37.2
125
37.2
125
37.1
126
36.8
126
36.74


Instituciones universitarias
100
30.2
106
31.8
112
33.3
114
33.8
116
33.9
118
34.44


Instituciones tecnológicas
61
18.4
59
17.7
56
16.7
57
16.9
59
17.2
60
17.54


Instituciones técnicas profesionales
48
14.5
44
13.2
43
12.8
41
12.2
41
12.0
39
11.44


Escuelas tecnológicas
2
0.6
0
0.0
--
--
--
--
--
--
--
--


Sumatoria
331
100
333
100
336
100
337
100
342
100
343
100



La siguiente es la distribución entre instituciones de educación superior oficiales y privadas en 2012 (principales. sin seccionales):

Tipología Institucional
Oficiales
%
Privadas
%
Universidades
32
14.86
49
21.86
Instituciones universitarias
27
8.16
93
26.23
Instituciones tecnológicas
12
5.24
38
12.24
Instituciones técnicas profesionales
9
2.62
28
8.74
Sumatoria
80
27.8
208
72.2